
Lo que nos asusta del cuerpo es su verdad. Por eso comparto aquí todo un proceso paulatino de re-conexión con la corporalidad, con lo propio. Incluso con la bienvenida de aquello de uno mismo que todavía no esta formado, que va emergiendo y necesita ser acompañado.
El problema inicial,
la dificultad interior,
la riqueza personal.
Yo llegué a Alfo y a Focusing a raíz de la pérdida de mi mejor amigo (por una pelea) que para era mi otra mitad, no solo una amistad y en ese momento se veía como el final de la relación. Pero no todos los encuentros de Focusing no giro entorno a eso, no es que hablábamos todas las semanas de eso.
Todas las semanas hablábamos de cosas distintas.
Empezó con el fin de una relación pero después trabajamos sobre mis cefaleas que las tuve desde mi adolescencia, habiendo hecho tratamientos neurológicos y demás, pero sin ninguna causa orgánica y que no volví a sentir más, sobre mi relación con el dinero, sobre el mis enojos , sobre cómo vivo la culpa, cómo vivo el perdón y un montón de cosas más.
Lo que puedo sacar en común de todo esto es que las escuchas servían para destrabar, para ordenar la información, para aliviar lo que se generaba pero sobre todo para ver todos estos temas desde otra óptica, que es como sentís y como vivís todo eso. No sólo cómo te relacionas o reaccionas .
Respecto a las dificultades en la escucha, iban siendo distintas porque dependía del tema que se trataban también, pero en general lo que me más me costaba era no hacer un juicio de valor sobre lo que aparecía. Esa podría ser la dificultad en general.
Y como riqueza podría ser esto de como empezás a conectar con el cuerpo desde otro lugar; a tener registro desde emociones o sensaciones sencillas como sentir distinto el Sol en la cara, hasta tener experiencias extra-sensoriales como viajes astrales. Porque Focusing destapó todo este potencial esotérico digamos, hasta poder recordar hechos que pasaron (de los cuales yo tenía lagunas porque eran cosas que estaban super reprimidas que ni habiendo hecho años de análisis recordé y… desbloquee tantas!) pero lo que recordaba no eran sólo los hechos en sí, sino que también aparecía qué sensación sentí en esos momentos, físicamente, cómo me sentía en ese momento. Si había sentido vergüenza, si estaba incomoda, etc.
Y recordar eso te ayuda a ver en el hoy donde o con quien repetís esos lugares o esas sensaciones.
Me sirvió también para separar lo que traía de mis padres y que de alguna manera ellos me transmitieron y yo lo tome y poder decir “ah esto no es mio, o esta no soy yo“.
“Ningún hombre puede cruzar el mismo río dos veces, porque ni el hombre ni el agua serán los mismos”. Heráclito de Éfeso